Repasando la historia del absolutismo lingüístico, representado por los estados español y francés, Joan-Lluís Lluís relee el célebre mito de la torre de Babel: ¿de dónde nos viene a los humanos la tendencia a jerarquizar las lenguas?, ¿qué esconde la superioridad que algunas se auto atribuyen? Detrás de la defensa del monolingüismo alegando que las lenguas son solamente medios de comunicación y que un mundo monolingüe sería más sencillo para todos, solo hallamos la voluntad de dominio y una concepción banal de la realidad.
Con este brillante texto, Joan-Lluís Lluís nos ofrece una sólida crítica al monolingüismo de estado y una defensa de la perspectiva incomparable que cada lengua supone para sus hablantes.
"Las democracias pueden matar lenguas y es evidente que es lo que desea España" Joan-Lluís Lluís, Ara