Los dioses antiguos existieron. Nacieron, reinaron y, cuando los humano dejaron de dedicarles sacrificios, murieron. Y ahora todos han muerto, excepto Hefesto, el dios del fuego, que los romanos conocen como Vulcano. Hefesto se ve obligado a mezclarse con los humanos para obtener el humo de los sacrificios de los que se alimenta.
Estamos en el siglo VII de los hombres, pero irán pasando años y años, y este dios feo y cojo vivirá todo tipo de tribulaciones entre Grecia y Sicilia, y conocerá una galería de personajes reveladores.
Una fábula cruda sobre la decadencia de los dioses antiguos y la confrontación de las civilizaciones, que Perico Pastor ha ilustrado con máxima complicidad.