Al principio de la Segunda Guerra Mundial, el estudiante de letras berlinés Walter Stamm es condenado de forma inesperada por alta traición en el III Reich. Entonces resulta abocado a una travesía por la supervivencia cuando es recluido en un campo de concentración nazi. A punto de morir extenuado, le conmutan la pena y se integra en un batallón disciplinario en la campaña contra Rusia, en el que vive de lleno el combate más cruento de la historia, la batalla de Stalingrado. La batalla de Walter Stamm recrea el horror al que llegó la humanidad en el siglo XX, en el que cualquiera podía convertirse en una víctima y, al mismo tiempo, en un asesino.