Alana nació con las piernas torcidas, y para poder correr y saltar y bailar como la niña juguetona que es se las tiene que operar. Pero para recuperarse debe estar quieta en la cama muchos días seguidos. Qué aburrimiento! Suerte que su padre le encuentra la compañera ideal: un jilguero precioso, pequeñito y asustado que ha caído del nido. Niña y pájaro sueñan juntas la libertad, sin pensar que, cuando llegue, quizás deberán separarse.
Un libro ideal para primeros lectores sobre educación medioambiental y la libertad individual.