En julio de 1263 tiene lugar la Disputa de Barcelona entre el judío converso Pau Cristià, de la orden dominicana, y el prestigioso rabino de Girona Mossé Ben Nahman, conocido también como Nahmànides. Ordenada y presidida por Jaume I, que actúa coercito por Ramon de Penyafort, fiel ejecutor de la política papal de intolerancia hacia los judíos, la disputa no pretende sino mostrar la superioridad moral del cristianismo y forzar la conversión del rabino y de todos los judíos de Catalunya.
Josep M. Quintana expone fielmente este hecho real que tuvo lugar en Barcelona y se adentra en la ficción para mostrar cómo, de forma sutil, Ramon de Penyafort actúa sobre la conciencia del monarca. Así, envuelve la disputa de una serie de hechos de naturaleza criminal que, con una trama llena de intriga, explican la actitud de una sociedad feudal, profundamente antisemita, que lucha por afirmar sus privilegios.