Nada es lo que parece.
Después de veinte años de no verse, Silvia y Robert coinciden en una fiesta en Barcelona y no pueden evitar consumar la atracción que habían sentido uno por otro en la universidad. El problema es que ahora Robert está casado y vive en Marsella. Aunque no quieren caer en la tentación, el deseo acaba ganando la partida y comienzan una relación secreta que, poco a poco, les irá absorbiendo y obsesionando, hasta el punto de que amenaza con destruir todo lo que tienen.
Las decisiones que tendrán que tomar no serán fáciles si quieren sobrevivir a la pasión que les ata.
Una historia que tiene dos versiones y que sólo se puede llegar a entender del todo escuchando a los dos protagonistas.