Un día que el cielo amenazaba tormenta, Lola, Tania y Zuzú se encontraron en la azotea de su casa un regalo que les cambió las vidas: Federica Bladuliqui. Esta personita de color vainilla dulce con el pelo de un verde brillante se hacía querer, y así que comenzó a hablar, les llamó a las tres mamás Mamaló, Mamatá y Mamazú.
Criar a una personita inquieta y voladora no es fácil, pero es que además la criatura no había llegado sola: le acompañaban cinco seres pequeños, peludos y rechonchos, que tenían una misión: dar la lata a la Federica.