Tras visitar a su padre en la residencia, el neurocirujano Ricardo Marzoa se siente sobrepasado, fuera de sí. Le pesa todo lo que lleva arrastrando sobre sus espaldas: muchos años, muchas vidas que pasaron por sus manos y, también, alguna muerte reciente. Está atravesando un momento profesional un tanto humillante y su situación personal parece confusa. Su vida está cambiando vertiginosamente y precisa de ayuda urgente de un psicoterapeuta. Ha llegado el momento de romper con todo lo que le rodea, tanto en el aspecto familiar como laboral.
Una narración memorable y sin concesiones sobre la identidad familiar y los sentimientos de pérdida y culpa. Cuestiones que, con precisión y lucidez, Suso de Toro ya empezó a explorar en algunas de sus obras más emblemáticas.