En la Barcelona de 1924, una joven de veintitrés tres años ve cómo la vida le cambia de forma inexorable. El padre está muerto, y es necesario que ella y la madre hagan de modistas en casa para salir adelante. Son tiempos convulsos y la juventud de Isabel le mueve a rebelarse. Quiere salir de casa, aprender un oficio, empaparse de la vitalidad que le entra por los poros cuando pasea por las calles de Barcelona. En los años que transcurren hasta la proclamación de la II República, Isabel verá como la tenacidad tiene recompensa, pero también cómo el destino es capaz de herir las ilusiones y de hacerlas rebrotar.