Parece que todos vamos cerrando las vacaciones y a muchos de nosotros la larga lista de libros para leer, nos ha quedado a la mitad (¡con suerte!). Pero no os preocupéis, dicen que el año que viene tendremos ¡otro verano!
Ahora nos toca coger el ritmo invernal (que no infernal ... ¿uhm?) y empezar a hacer malabarismos para encontrar tiempo para leer. A la cama llegamos exhaustos y apenas aguantamos 10 minutos despiertos; en el metro, el autobús o el tren hecemos lo que podemos; los fines de semana pasan volando; el gimnasio es indispensable; las redes sociales nos engullen y las series de televisión nos enganchan; los hijos, los amigos y la familia nos reclaman atención... y los libros ¿cuando? ¿La lectura, para cuando? Comenzad a pensar buenos propósitos porque ya habéis visto que el verano no da para todas las veces que pensamos; "Bah, este lo dejaré para el verano, que tendré tiempo".
¡Buena vuelta de vacaciones y felices malabares!